5 áreas clave que ayudarán a lograr una mayor igualdad en el trabajo de cuidado y una mayor participación de los padres.



Cuando hablamos de cuidado, atención no remunerada y trabajo doméstico, podemos decir que a nivel mundial son las mujeres las que dedican significativamente más tiempo a esta acción que los hombres. 

Hoy en día existe una expectativa generalizada de que el cuidado es solamente trabajo de la mujer, mientras que el hombre al ser el sostén de la familia debe quedar eximido o eximirlo en gran medida de cualquier trabajo domestico o trabajo que incluya brindar atención. Es justamente esto donde debemos ver que el trabajo de cuidado es una necesidad tanto para hombres como mujeres y, por lo tanto, se debe compartir responsabilidad pese a que este trabajo no es remunerado y por lo tanto debemos aprender a valorarlo en la misma magnitud que el trabajo que si lo es.



De acuerdo con el artículo de “State of the world´s fathers. Unlocking the power of men´s care” se busca hacer un llamado a las sociedades, legisladores, corporaciones, medios de comunicación, instituciones sociales, familias, cuidadores y, en última instancia, hombres y padres, para desbloquear el poder de la atención y garantizar que los hombres intensifiquen para hacer el 50% del trabajo de cuidado no remunerado en el hogar. 

Se establecen cinco áreas que ayudarán a lograr una mayor igualdad en el trabajo de cuidado y una mayor participación de los padres, teniendo como objetivo “cambiar las estructuras de poder, las políticas y las normas sociales.

Cada área se enfoca en una porción específica de nuestro tejido social: políticas, normas sociales, familias, relaciones y padres individuales. Este artículo hace un llamado a los gobiernos, empleadores y miembros de la sociedad civil de todo el mundo a tomar medidas para promover la igualdad de género apoyando a los hombres para que hagan su parte justa del trabajo de cuidado no remunerado para 2030. 

Las cinco áreas claves serán fundamentales para avanzar en la meta de igualdad en la atención no remunerada y el trabajo doméstico como un asunto urgente de justicia de género y derechos de las mujeres.

Mejorar leyes y políticas
Las leyes y políticas deben proporcionar la base del cambio.

1) Implementar políticas en el sector de la salud para involucrar a los hombres en las visitas prenatales, el parto y la atención posnatal, asegurando que siempre se cumplan las necesidades y los deseos de las mujeres con respecto a la participación de los hombres.

2) Utilizar políticas de alivio de la pobreza, incluida la garantía de un salario digno, tanto para garantizar la estabilidad financiera de las familias como para alentar a los hombres a realizar más trabajos de cuidado

3) Incorporar un plan de inclusión de cuidadores masculinos en cada programa nacional de protección social.

4) Garantizar que los gobiernos y los empleadores ofrezcan un permiso parental igual, totalmente pagado e intransferible para todos los padres.

5) Asegurar que los gobiernos recopilen datos sobre el uso del tiempo en el trabajo de cuidado no remunerado y cómo se divide entre mujeres y hombres, niñas y niños.

Transformar normas sociales y de género
Las normas sociales relacionadas con el cuidado también están frenando el progreso hacia la igualdad en el trabajo de cuidado.

1) Los gobiernos deben proporcionar capacitación para cambiar las actitudes de los proveedores de servicios, como maestros, trabajadores de cuidado infantil y proveedores de atención médica.

2) Las escuelas deben enseñar a los niños y niñas la importancia de la atención desde una edad temprana.
 
3) Los empleadores y los lugares de trabajo deben capacitar a su personal y llevar a cabo campañas y programas de divulgación para los empleados que respalde plenamente los deberes de cuidado de mujeres y hombres.

4) Se deben implementar campañas en los medios para inspirar a los hombres, sus familias y sus comunidades a apoyar el cuidado de los hombres a través de anuncios de televisión, carteles, lemas, cortometrajes, fotos, anuncios de radio y anuncios para el grupo de padres locales



Garantizar la seguridad económica y física de las familias.
Las desigualdades en la atención no remunerada son las que más afectan a las familias más pobres y se ven exacerbadas por conflictos, desplazamientos y violencia comunitaria.

1) Programas y políticas avanzadas para las familias marginadas, incluidos los refugiados y los desplazados internos, que son conscientes de las presiones que la inseguridad económica y política ejerce sobre el hogar, así como la forma en que esto afecta a las mujeres y los hombres de manera diferente. 

2) Invertir en programas de apoyo a refugiados y desplazados internos a gran escala para asegurar que la programación tenga en cuenta la importancia del papel de los padres y las madres en el bienestar psicosocial de los niños. 

3) Considerar los roles de los padres y los cuidadores masculinos en las fases de planificación de las políticas de protección social, incluidos los programas de transferencia de efectivo, e incluye elementos específicos para apoyar el cuidado de los hombres.
 
Ayudar a las parejas y a los padres de familia a prosperar juntos 
Las familias están cambiando y todos tienen un papel que desempeñar para garantizar que todo mejore.

1) Aumentar los programas y políticas que buscan reconocer, reducir y redistribuir la atención no remunerada en interés de la igualdad de género y tener en cuenta la diversidad de las familias, evitando la discriminación y comprendiendo las necesidades de los cuidadores de todas las orientaciones sexuales e identidades de género.

2) Implementar la capacitación de padres para desarrollar así habilidades, confianza y capacidad para la toma de decisiones compartidas y la buena comunicación.
 
Poner en acción el cuidado individual de los padres
Los hombres necesitan ocuparse cada día mas en el trabajo de cuidado.

1) Los esfuerzos deben comenzar desde joven. Los primeros años y los grupos de bebés deberían ser más inclusivos para los papás, y existe la necesidad de más programas educativos que trabajen con los adolescentes, especialmente los adolescentes, como un punto de entrada clave para el cambio.

2) Desarrollar la confianza y competencia de los padres. Esto significa hablar y escuchar a hombres, mujeres y niños. Significa construir alianzas de hombres y organizaciones que trabajan por la igualdad de género a nivel local, nacional, regional y global para agregar más voces a los llamados a cambios sistémicos que apoyen los derechos de las mujeres y promuevan el cuidado compartido.

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GIECAE ES UN GRUPO CONFORMADO POR INVESTIGADORES Y ESTUDIANTES DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL, UNIVERIDAD IBEROAMERICANA CDMX, UNIVERSIDAD LA SALLE MÉXICO, CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO Y UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO, ASÍ COMO ESPECIALISTAS, SOCIEDAD CIVIL Y OTRAS ORGANIZACIONES QUE TRABAJAN EN EL TEMA DE ECONOMÍA DEL CUIDADO